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Pertenecía a todo lo que emana una etnia, entregada a la unanimidad de la pureza natural con el espíritu incorruptible.
Acompañaba sus días con un propósito de liberación que nadie le podía hurtar, en ocasiones podría ser obligados a mantenerlo en el placido secreto, casi podría decirse que andaba vigilante de lo que fuera le quitara del ensueño en el que se encontraba, podría verse casi como en "las nubes"... pero con la claridad misma de dónde estaban puestos sus pies.
La luz casi como representando la tan anhelada esperanza...
Con este objetivo, el de no perder la esperanza, hacía lucir radiante el amor, y lucia radiante en el amor propio, atribuyendo en sí todo lo humano e inhumano...
....olvidando que ese propósito, además de sentir tanto la singularidad de su cuerpo, de su alma, también necesitaba presenciar "la pluralidad", y entender cómo la existencia de quienes le acompañaban influía en que la sensación de completud y de deseos cumplidos, siguiera latente...
... Caminaba por lugares, momentos, sensaciones sutiles, delicadas, precisas, simples, armoniosas, íntimamente nostálgicas situaciones que permanecían, ahora solo puede su alma percibirlas intermitentemente...
Siempre que se presentaba en sus pensamientos traspasaba sus sentidos a "un mundo ideal", mas cuando su burbuja no logró soportar el aire corrosivo integrado por la miseria del sentido de la vida... de esos!, de ellos!, de los demás...
Quizás ingenuamente y a causa de engaños sinceros, casi como persuasión, se permitió avanzar a senderos libertinos y agitados encontrando que se dilataran creencias y limites, constituyendo la armonía en aquellos universos que diferían, que eran afables a los ojos que cada vez se volvían más más mortales ...
Espíritu divino, baila conmigo, pureza que destila paz y libertad, compadecete de quienes te aclaman...
Yuri Catherin León Cristancho
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| Tomada por Yuri León |
